Cuantas veces, le hemos dicho al Señor: Usame, esta es una palabra comun entre los cristianos que desean algo mas de Cristo. ES un buen deseo, es un exelente deseo, y Quizas, nuestro Padre, es el primero que desearia, vernos trabajar y servir en su obra. ¿Entonces, te preguntaras, porque Dios no me Usa?
Jesus, Paso treinta años en la carpinteria, esperando el tiempo de ser usado. Pablo, el Apostol, tubo que pasar por un proceso destoxicacion, de su regimen fariseo. Moises, paso cuarenta años en el desierto, cuidando animales.
Todos estos siervos, y muchos más, tubieron que esperar su tiempo, otros murieron sin hacer nada especial. Dios es Soberano, y en su misericordia usará, los vasos que el considere, más adecuados para el momento, y la obra a la cual los destinara.
Lo que si es cierto, que la piel, antes de ser usada, ha de ser curtida, que el hilo, se ha de tejer hasta formar la prenda, que el barro a de ser cocido en el horno para ser util, que el mineral ha ser ser trabajado, el diamante pulido, y el Cristiano no es ni sera nada mas que un instrumento, en las manos de su hacedor, que tenfrá que pasar por mil y una circunstancia, antes de que Dios pueda hacer algo importante.
Los vasos, los instrumentos tienen su valor, no por la medida humana, sino por la medida de Dios, no usa el medico un lápiz para operar, sino un bisturí, no usa el carpintero un bisturí, si no una sierra, no maneja el bombero un ordenador para el fuego sino una manguera, y extintor para apagar el fuego. Cada instrumento es necesario, cada instrumento es importante, cada vida es necesaria, y todo tiene su propósito, no es mas grande la grúa por ser grúa, ni el lápiz mas pequeño por ser lápiz, sino que cada instrumento tiene su uso y su propia gloria. Pero eso si se requiere, que el lapiz tenga punta y que escriba,que la manguera chorree agua y que la grúa funcione, y cada uno en el uso que Dios le ha dado le glorificara. No te consideres insignificante, ni pequeño, pues eres un hijo de Dios con propósito y con sentido, pero preparate, ora, busca al Señor, deja que el pase el cuchillo, la tijera, que use el horno, pero al final, podrás decir, Dios cumplira, su propósito en mi. Luis M. Quiros.
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