Palabra viva. Galatas Cap. 1. A quien sea la Gloria.

Gal 1:5 a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. La palabra "Gloria" no puede ser usada fuera de lo eterno de Dios, y aunque el hombre la utiliza de mil maneras diferentes, Debemos diferenciar y destacar lo que realmente significa esta palabra. La Gloria de Dios nos habla de su poder, de su presencia, de su plenitud. El es el autor de toda la creación, visible e invisible. Es el único, inmortal,y todo poderoso. Su Gloria es mas que la unción, mas que un toque divino, y que toda manifestación. Su Gloria es el mismo en plenitud. Necesitamos entender que la Gloria le pertenece única y exclusivamente a Dios. Es por este motivo que necesitamos postrarnos delante de El y entregarle todo aquello que solo es suyo. No podemos creer que hemos sido nosotros. ni nuestras oraciones,ni nuestro trabajo, ni ayunos. El es el que hace la obra y nosotros únicamente instrumentos, y vasos frágiles de barro. En la medida que seamos celosos de su Gloria Dios obrara mas en nuestras vidas. Apo 4:10 los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Apo 4:11 Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. Tweet

Palabra viva. Galatas Cap. 1. Se dio a sí mismo por nuestros pecados

Gal 1:4 el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, Esta es la expresión máxima de un Dios amoroso: Darse a si mismo, El tomo forma de siervo. Flp 2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, Flp 2:7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres. Esta es la raíz y el cimiento de nuestra fe, la negación a nuestro yo para que viva Cristo en nosotros, y en la medida en que esto se haga una realidad en nosotros, veremos mas y mas la gloria de Dios en nuestra vida. No hay Cristiano sin negación, sin cruz, sin sacrificio. Lo podremos llamar de muchas maneras pero nunca sera real. Jesús, el cordero, la oveja de Dios se entrego por nuestros pecados. Tomo en su propio cuerpo el castigo que solo a nosotros nos correspondía, y abolió nuestras ofensas el madero. Col 2:13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, Col 2:14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz El pecado que ahora mata al mundo, ha quedado sin efecto,para nosotros los hijos de Dios, El nos ha librado de la maldad de este mundo, y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo. Un reino de santidad, de poder, de misericordia. Esta fue la voluntad del Padre, que su amado Hijo pagase el precio por nuestros pecados. Jun 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Solo nos queda adorar por los siglos a nuestro resucitado redentor. Temamos, y guardemos nuestro regalo, ya que por gracia fuimos salvos. Tweet

Palabra viva. Galatas Cap. 1. Gracia y paz

Parecen expresiones antiguas, y sin contenido, pero en la vida cristiana, no hay nada antiguo ni mucho menos sin contenido. La gracia de Dios nos sostiene, nos afirma, nos libera de la condenación de la ley, nos recuerda que no es por nuestro esfuerzo, si no por el sacrificio de Cristo en la cruz. Su paz nos mantiene libres del temor, de los altibajos que sufrimos en el día a día. La paz de Dios en nuestro corazón, se hace manifiesta en los momentos difíciles de la muerte de un ser querido, en los momentos de enfermedad, que nos mantiene sujetos a una cama y a veces sin esperanza. Nuestro Dios nos imparte su heredad y su bendición constantemente. Y Pablo nos Muestra al Padre y al Hijo como una unidad, pero en personas diferentes.Necesitamos conocer la voluntad y los propósitos del Padre por medio de Jesucristo. La escritura no habla directamente de la trinidad, pero nos muestra la gloria del Padre, el amor del Hijo, y el Poder y la autoridad del Espíritu Santo. Negar la trinidad es negar la revelación de Dios para el hombre caído y sin esperanza Tweet