Cinco minutos en su presencia 29 Nov

 Somos como esa persona que está conectada a un respirador, postrada en un hospital depende de un máquina para vivir, así somos nosotros, todo aquel que esta desconectado de Nuestro Padre Dios está muerto, Jesús, tú nos dices ¡Yo soy la vida! y muchos no entienden que la vida de la cual tu hablas, no es esta, si no la que tu nos das por medio de tu Santo Espíritu. Contigo no existe el vacío, pues tu lo lo llenas todo, no existe la soledad, porque estás siempre, Padre nos distes lo que mas querias, lo entregastes para perdón de nuestros pecados, no regalastes la salvación cuando nada teníamos. ¡Yo soy la resurrección! Solo recibe la vida, aquel que la recibe, pues es por fe, creyendo en tu sacrificio en la cruz, Jesus, gracias por salvarme. y gracias por salvar a todo aquel que hoy está recibiendo esta palabra. 

www.luismquiros.es  

Cinco minutos en su presencia 28 Nov

 Las tierras están áridas, endurecidas, ¡No hay labradores que aren la tierra! Todo está lleno de piedras, guarida de alimañas son tus campos, ¿Que haré pues Señor? Escucha mi palabra, sal al campo, contrata obreros, labra los campos, quitas las piedras, siembra la preciosa semilla y espera la lluvia que yo traeré.? ¿Y si no hay obreros Señor? Recorre las villas, predica en los pueblos, anuncia mi palabra, Solo espera en mi, pues yo me llamo Salvación. ¿Y si no escucharen? Yo abriré ríos en la soledad, y abrire camino en los desiertos, señale a mis escogidos, ya puse en ellos el deseo y hambre, solo anuncia mi palabra, ellos oirán. ¿Porque tanto empeño Jesus? Están perdidos, desorientados, condenados en vida, necesitan salvación. ¡Heme aquí Señor, yo iré,enviame a mi!

www.luismquiros.es

Cinco minutos en su presencia 27 Nov

 ¿Como podrán entender, que lo que ellos llaman vida, tu lo llamas muerte? que para lo que la multitud llama disfrute, tu lo llamas derroche, que nos son las drogas, ni el alcohol, ni el sexo, ni el dinero, lo que llena el interior del hombre. ¿Y cómo podré Señor hacerles ver su error? En el silencio me hablas, en la oscura noche, iluminas mi corazón y me aconsejas, ¡Yo se que tu eres el Salvador! Rescatastes mi alma de le frialdad de la muerte, abristes mi sepulcro y me dijistes ¡Levántate! Me quitastes las vendas, abristes mis ojos, y encontré la vida, pude verte, empecé a llorar como un niño y entendí, solo entendi, quien eras Tu, ¡El que ama mi alma! y ahora Señor ¿Cómo podré hacerles entender? Si tan solo les hablarás, y sanaras sus oídos, ellos oirán, si tan solo abrirás su ojos, ellos te desearán. ¡Santo Espiritu oye mi clamor!

www.luismquiros.com