Por R. M. McCheyne
«Sácianos presto de tu misericordia y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días» (Salmo 90:14).
La última de las condesas de Huntington no sólo fue rica en este mundo, sino también en fe y una heredera del reino. guando tenía unos nueve años, vio el cuerpo inerte de un niño de su misma edad al ser conducido al sepulcro. Se añadió al cortejo y asistió al funeral, y fue así como el Espíritu Santo empezó a hacerle sentir su necesidad de un salvador.
Queridos jóvenes, cuando miréis al año que va a finalizar, quiera Dios que el Espíritu Santo produzca en.... Leer mas>>>
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, Es importante para nosotros conocer tu opinión.