En 1958, Nicky Cruz era conocido como el jefe de la pandilla «Mau Mau», la más violenta de Nueva York. Era un adolescente lleno de odio, según el mismo ha narrado. Sus padres practicaban ritos de brujería y él no conocía la fe cristiana.
Un día, Nicky conoció a David Wilkerson, el pastor que visitaba las calles neoyorquinas para rehabilitar pandilleros. Wilkerson había programado una cruzada evangelística para las pandillas de Nueva York. Casi todos los miembros de la pandilla de Nicky se presentaron y se volvieron cristianos, Nicky también.
Aquel pandillero violento se trasformó en un reconocido evangelista internacional que ha predicado a más de 34 millones de personas alrededor del mundo y junto al pastor Wilkerson ha fundado centros de rehabilitación de drogas «Teen Challenge» en más de 60 países.
Los primeros años de ministerio de Wilkerson así como la historia de Nicky Cruz, están registrados en el libro «La cruz y el puñal» y en esta película.
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La historia ha sido relatada en 30 idiomas a 50 millones de personas en 150 países. Wilkerson y Cruz han permanecido juntos por cuarenta años y todavía continúan rehabilitando más jóvenes ahogados en un mundo de violencia y drogas.
Las pandillas de hoy en día experimentan la misma violencia y desesperación que sufrieron los pandilleros de los años 50. Esa juventud en el pasado estaba desesperada pero vio nacer nuevas esperanzas a raíz del mensaje de un pastor rural.
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