El poder de las buenas obras

El poder de las buenas obras por Luis M. Quiros.

Un saludo en el amor de Cristo. Normalmente siempre hemos considerado y apreciado el poder la la palabra como algo indiscutible, y así es verdadera mente, la palabra de Dios tiene todo el poder, porque ella procede del Padre y por lo tanto su autoridad y señorío no deja lugar a dudas. Debemos amar, considerar y honrar su palabra, como lo máximo en nuestra vida. Pero en muchas ocasiones, se nos pasa un detalle por alto. Aunque la palabra es Dios es en si poderosa, si nosotros no la ponemos por obra, no se glorificara en nuestra vida. La palabra se honra poniéndola en acción.
Mat 5:16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Las obras es el resultado de la fe que como creyentes hemos puesto en lo que hemos oido de parte de Dios,y es por este motivo que se nos dice:
Stg 2:26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
Y necesitamos ser sabios, porque una fe muerta no salva a nadie.
Conocer las normas de trafico, no es suficiente, hay que poner las normas en acción, pararse ante el semáforo en rojo, ceder el paso cuando así lo indique la placa, y pararse ante el stop.

Ciertamente conocemos la palabra, la hemos oído, entendemos su significado, pero al mismo tiempo hacemos muchas veces causa omisa, es decir, desobedecemos la palabra, no poniendo por obra la voluntad de Dios.

entendamos este versículo y meditemos en el:
Stg 2:14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
La fe y las obras en nuestra vida han de tener un perfecto equilibrio para que nuestra vida no sea solamente un manojo de emociones. Ciertamente nuestra caminar cristiano sera pesado en balanza un día y antes del fin la obra de cada uno, sera manifestada y probada.
1Co 3:13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
Seamos sobrios, y capaces y comencemos a darle gloria al Señor, al poner su palabra en marcha en nuestra vida.
Dios os bendiga. y espero vuestros comentarios. Luis M. Quiros