Tu miras al alma sedienta, reaccionas cuando ves la sed de alguien necesitado de ti, no todos te entienden, ni tan siquiera tienen unos minutos para parar su actividad y dejarse amar por ti.
Porque tu eres amante del que te ama, y amarte es contemplar tu santidad, amarte es no decir nada y ver tu rostro, y me preguntas¿Cómo puedo ver el rostro de Jesús? El Espíritu Santo viene e ilumina tu interior con luz de entendimiento, con revelación divina y te muestra su gloria, El dijo: ¡Buscad mi rostro! yo digo ¡Tu rostro buscaré. Solo deja que El te alcance, solo deja que él te abrace, que te ame, pues fuimos creados para él y por El. No hay secretos manifestados en su presencia, todo lo sabe el autor de la vida, cuando viene lo sabes, quebranta el alma, te palpita el corazón, tu cabeza se llena de una aureola y no entiendes no sabes, no ves, pero El esta, se hace presente en tu intimidad, revelandote y mostrándote al único que puede bendecir tu alma, se llama Jesús.
Tu siervo Luis Quiros
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