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jueves, 24 de julio de 2014

reflexiones diarias.los hermanos y amigos

 Gracias mil gracias a todos lo que de corazón me estáis demostrando vuestra amistad y cariño, un verdadero hermano es como un vaso de agua fresca en medio del desierto. La solución no es dejar que los hermanos Se hundan en lo profundo del lodo, creo que es mejor tender la mano y sacarlo del pozo. Dios nos lo enseña en su palabra hablándonos de la mujer que se regocijo al hallar la moneda perdida, en el pastor que se deja las 99 y busca la extraviada, y nos enseña que hay que sacar al asno, del pozo aunque sea sábado, la misericordia y el amor van delante de la ley, y está Se hizo para ordenar al hombre no para destruirlo. Tres cuestiones para tu crecimiento.
1. Dios obra en justicia y trata en su amor al pecador, es su gracia la que te guía al arrepentimiento no la condenación.
2.La amistad no depende de las circunstancias, más bien las circunstancias prueba la amistad real.
3.la Iglesia de Cristo es un cuerpo con diferentes miembros, cada cual tiene su función y entre ellos hay miembros que son vitales, estos hay que cuidarlos pero sin menospreciar al más pequeño porque también es parte del cuerpo.
En conclusión. Necesitamos sentirnos amados y necesitamos la disciplina de Dios en amor y en misericordia, pero nunca para destrucción del cuerpo, sino para corrección. 
Os dejó un versículo para meditar.
Proverbios 17:17 En todo tiempo ama el amigo, 
Y es como un hermano en tiempo de angustia.

Luis M. Quiros

lunes, 2 de enero de 2012

Palabra viva. Galatas Cap. 1. 19. A Jacobo el hermano del Señor.

 Gal 1:19  Pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor. 
La Escritura nos revela que Maria la madre de Jesús, concibió por  medio del Espíritu Santo. Maria era una mujer virgen que estaba desposada con José, Un hombre quizás mucho mayor que ella,  descendiente de la tribu de Judá.Este al enterarse de que Maria, su prometida,estaba en cinta, quiso dejarla secretamente. Un ángel del Señor se le apareció en sueños y le hablo diciéndole que lo que el fruto que había en el vientre de Maria era obra del Espíritu Santo.

Mat 1:18  El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. 

Mat 1:19  José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. 

Mat 1:20  Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. 


Jose no conoció a su mujer hasta el nacimiento de Jesus. El fue el primogénito y el que abrió matriz. La escritura nos dice que Jesús tuvo después hermanos  y hermanas.
Fue Dios quien constituyo el matrimonio, y el mismo dijo que los dos: hombre y mujer serian una sola carne.  Maria fue la madre de Jesus y fue la esposa de Jose, y no se crio Jesús en soledad   si no que tuvo una gran familia, Hermanos y hermanas, entre ellos Jacobo. El matrimonio no es un estorbo para servir a Dios. El apóstol Pablo nos dice que algunos prohibirán casarse, y no es esto precisamente lo que Jesús dijo.

Mat 19:12  Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba. 
Jacobo fue uno de los hermanos de Jesús, la escritura lo recoge para nuestro conocimiento y sabiduría, y para que toda la gloria sea para nuestro Dios y Padre y para  su Hijo Jesús. Maria fue solo un instrumento en las manos de Dios. Una mujer escogida por sus virtudes y cualidades humanas, pero pecadora en si como cualquier humano nacido de mujer. Maria no es nuestra salvadora, no es nuestra redentora, es Cristo. Ella no puede ser idolatrada, solo admirada por su obediencia a Dios. Es símbolo de la iglesia obediente que hace la voluntad del Señor y se convierte en su sierva. Maria Fue una mujer bienaventurada por ser escogida para llevar en su vientre al Hijo de Dios.