hechos 1:8
8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
-Jesús ya ascendía a los cielos, y él les refirió esta necesidad de ser investidos del poder de lo alto.
Es Jesús quien lo expresa, y el conoce como actúa como funciona el reino.
El conductor que se quedo parado.
-antes de ser crucificado Jesús también les habló y les dio instrucciones.
He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
Sin el espíritu nuestro ser desmaya,no hay fuerzas
El Espíritu Santo es el que te da fuerzas, para que no desmayes, y pelees las batallas.
-Todos desmayamos, pero en su Espíritu está la fortaleza para levantarnos.
Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
La llenura del Espíritu trae nuevas fuerzas
pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; y no declaró ni a su padre ni a su madre lo que había hecho.
Más Sansón durmió hasta la medianoche; y a la medianoche se levantó, y tomando las puertas de la ciudad con sus dos pilares y su cerrojo, se las echó al hombro, y se fue y las subió a la cumbre del monte que está delante de Hebrón.
la fuerza que Dios nos da no es solo física, sino mental, la palabra dice: y esta es nuestra victoria, la fe que ha vencido al mundo.
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.