Mat 24:30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Mat 24:31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
Luc_18:8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?
La venida de Jesús, en las nubes y el arrebatamiento de la iglesia es un acontecimiento único, y esperado por aquellos que amamos y hemos creído sin dudar en la vuelta de Jesús. El Señor mismo nos habla a través de una parábola, y nos compara a diez vírgenes que estaban esperando la venida del esposo.
Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.
Mat 25:2 Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.
Mat 25:3 Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;
Mat 25:4 mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.
Mat 25:5 Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.
Mat 25:6 Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!
Mat 25:7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas.
Mat 25:8 Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.
Mat 25:9 Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.
Mat 25:10 Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.
Mat 25:11 Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos!
Mat 25:12 Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.
Mat 25:13 Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.
El no saber ni el día ni la hora en que el Señor vendrá, nos ha de mantener despiertos y sobre todo, llenos del Espíritu Santo. Descuidar estas palabras de Jesús y vivir descuidadamente y de espaldas a su palabra nos llevara sin duda a perdernos en medio de toda la confusión, y engaño de doctrinas que se están levantando en estos días finales. Es tiempo de reunirnos, de estar juntos como cuerpo de Cristo, y de trabajar a favor del reino.