Jeremias 18:2
Levantate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras
Es allí Señor en tu casa, en la casa del alfarero donde tu me hablas, donde tu me aconsejas, donde puedo oír tu voz, Tu me hablas en lo oculto y en el secreto, en mi caminar y en mi acostarme, pero es en tu casa donde tu palabra resuena con la voz de tu siervo, Es allí donde tu me confirma y me instruyes, Tu dices que no dejemos de congregarnos y sin embargo veo tanta dejadez en tu pueblo, es como si ya lo supieran todo,
Tu tienes una palabra fresca, tu renuevas mi entendimiento me animas, me disciplinas, me das dirección. Tu palabra dice que es bienaventurado el hombre que medita de día y de noche en tu palabra.
Tu eres el buen alfarero, y a pesar de ser el creador a veces salen defectuosos los vasos,
pero Señor toma otra vez mi vida mi masa, pues solo soy barro y formame de nuevo. Gracias señor por que en ti hay victoria, y aunque caiga una y otra vez tu me levantas, me restauras y me das nuevas fuerzas.
Pastor Luis Quiros