Una de las causas por las cuales no somos canales poderosos para ser usados por Dios, es la falta de limpieza. Y no estoy hablando de nuestro físico sino de nuestra alma. El alma es adultera, tiene amistad con el mundo y se contamina de mil maneras distintas. Necesitamos pedirle a Dios, si es necesario con lagrimas y con un gran clamor, que limpie nuestro corazón. La purificación de nuestro interior, nos ara aptos para ser instrumentos adecuados para el servicio. Ningún canal sucio sera de bendición, pues cambiara el sabor de la gloria de Dios por gloria humana. "Padre purificarme,limpiame, perdóname y hazme un vaso limpio para poder dar de beber a los que tienen sed de ti"
2Ti 2:20 Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles.
2Ti 2:21 Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.