No son cinco minutos, es una eternidad en tu presencia, Déjame decirte a ti lector, que no se trata solo de leer y decir, ¡Que bonito! se trata de quedarte en silencio, no orar, no decir nada, cerrar tus ojos y abrir tu corazón, dejar que el Espíritu Santo, tome control de ti y de tu tiempo, regalándole aunque solo sean cinco minutos, y después puedas leer estos escritos que salen de la comunión intima con el Señor. Cuando lo hayas hecho, escribe un comentario, y dime como te ha ido, porque si lo practicas cada día, llegará un momento en que necesitaras estar con El, no cinco minutos, sino toda una eternidad.
Todo lo sostienes Señor, y allí donde te mueves produces vida, donde hay confusión, produces orden, donde solo hay tierra, la vistes con verdor. Tu vienes y abrazas al caído, consuelas al afligido, guías al que esta perdido, y enseñas y me recuerdas las palabras de mi amado. Conocerte es mi delicia, abrazarte, mi pasión, rendirme a ti y olvidar quien soy para que seas tu en mi. no me olvides, no te olvido, recuérdame que nada soy sin ti. Te amo Jesus
Su siervo Luis Quiros.
