Palabra viva Galatas 2-18 transgresor me hago

Gál 2:18  Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago.
La conversión a Cristo trae un cambio real en nuestra vida, las cosas viejas pasaron, todo ha sido hecho nuevo, todo ha sido transformado por la maravillosa obra de la cruz. Fuimos sacados de las tinieblas, y en ese lugar estábamos muertos como dice la escritura en delitos y pecados, nuestro dios era el mundo, no había en nosotros esperanza, ni promesas de  bendición. Dios nos lavó, nos puso vestiduras de justicia, ropas hermosas de salvación. Ahora tenemos que hacer morir en nosotros las obras viejas de la carne,para ello necesitamos de dominio propio, y de la obra del Espíritu en nuestra vida. Nuestra alma tiene que ser puesta en obediencia, porque es ella la que esta en contacto con este mundo a través de los sentidos. El alma esta llena de tradiciones, de ritos que nos atan y nos dejan  paralizados para recibir su gracia.
Los Galatas rompieron yugos con el judaísmo dejaron atrás las tradiciones de los hombres, los rituales y mandamientos humanos, para abrazar la fe en Jesucristo. No dejaron de ser judíos, pues ellos eran nacidos en la tierra de Israel, pero la gracia de Dios los hizo nuevas criaturas en Cristo. Experimentaron maravillas, milagros, bebieron de su fuente,gustaron del amor que excede a todo conocimiento, y empezaron una nueva vida en la libertad  gloriosa del Señor. Jesús dijo: Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.
Cuando recibimos su Espíritu, fuimos libertados por El para no vivir ya mas sujetos al yugo de los hombres, si no a Dios y para Dios.

sabiduría diaria. Hay quien sienta a su mesa al diablo

Es bueno tener un corazón bondadoso y sensible, pero no seas tan extenso en tus buenas obras porque muchos sin querer sientan a su mesa hasta al mismo diablo. Discierne y pide sabiduría a la hora de ayudar para que seas justo en tu bien hacer.

Sabiduría diaria.El mirar con desprecio.

Nos creemos grandes personajes y podemos argumentar de nuestra gran inteligencia y sabiduría, nos  vanagloriamos de nuestros logros, y miramos con desprecio a los que consideramos ignorantes y anticuados, pero cuando nos llega el momento de la prueba, de la enfermedad y nos vemos atados a una cama nos damos cuenta que mas vale un mendigo que nosotros, la muerte nos hace iguales en la presencia de Dios, asi pues, ¡ vivamos con humildad!