busca nuestros libros en Amazon pastor Luis Miguel Quiros

sábado, 28 de junio de 2008

avivamiento


Como el niño concebido pronto se mueve dando señales de vida, así es con el avivamiento. En el siglo XVI, Knox se hizo eco del grito de Raquel clamando, "¡Dame Escocia o me muero!" Knox murió; pero mientras Escocia viva Knox vivirá. Zinzendorf tuvo gran dolor y vergüenza por el estado infructífero y sin amor de los moravos. Fue derretido y motivado por Espíritu Santo hasta que, repentinamente, descendió el avivamiento cerca de las once de la mañana el miércoles 13 de agosto de 1727.
Así comenzó el avivamiento moravo donde nació una reunión de oración que duró cien años. De aquella reunión vino un movimiento misionero que alcanzó los fines de la tierra.

La Iglesia de nuestros días debería estar preñada de apasionada propagación, mientras a menudo su mensaje es solo una pálida propaganda.
Sin duda, los métodos de dar a luz han cambiado con los adelantos de la ciencia; pero decimos otra vez que la ciencia, amada por los doctores, no puede acortar los nueve meses de embarazo.
Hermanos, somos vencidos por el elemento tiempo.
El predicador y la iglesia, demasiado ocupados para orar, están más ocupados de lo que el Señor quiere. Si le diéramos tiempo a Dios El nos daría almas eternas.
Si reconocemos nuestra impotencia espiritual e invocamos Su nombre, El hará brillar nuestra luz como la luz del medio día.

La iglesia tiene montones de consejeros, pero, ¿dónde están los que agonizan?
Las iglesias, que se alaban por un récord de alta asistencia, quizás tengan que admitir un récord de niveles bajos en nacimientos espirituales.
Podemos acrecentar nuestras iglesias sin acrecentar el Reino.
(Conozco una familia en la cual todos los hijos son
adoptados. Muchos de nosotros, los predicadores,
tenemos más hijos adoptivos que nacimientos.)
El enemigo de la multiplicación es el estancamiento. Cuando los creyentes sin frutos nos sintamos apesadumbrados y la esterilidad espiritual nos angustie, entonces palpitaremos con santo temor y oraremos con santo fervor y produciremos con santa fertilidad.
En el almacén de Dios no hay "días de liquidación;" el precio del avivamiento es siempre el mismo: dolor de parto.   Tomado del libro: porque no llega el avivamiento cap. 16

2 comentarios:

  1. Hola Luis.
    Me ha encantado este comentario.
    Yo quiero ser de esos que agonizan, pero me cuesta mucho romper en el momento y no sera por falta de ganas, intento estar con los que no se conforman y en samaria si algo enseñan es a ir a mas siempre, mirando hacia Jesús.

    Bendiciones

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  2. La oracion es un misterio, y la intercesion y el quebranto vienen cuando nos damos cuenta como el mundo rechaza la verdad, y nosotros sabemos que sin ella estan condenados.La carga la da Dios mismo, porque El és, el primero que quiere que sean salvos. lee Rom.8-26 sigue perseverando, no desmayes pues hay victoria. Luis

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