busca nuestros libros en Amazon pastor Luis Miguel Quiros

domingo, 13 de julio de 2008

La unción verdadera. 1




Se habla mucho en estos dias de la palabra unción, pero muy pocos conocen realmente el significado de esta palabra.

Se llama unción (del latín ungere, ‘untar’) al proceso de embadurnar con aceite perfumado. Este seria el significado literal de esta palabra. Pero hay un significado espiritual mas profundo, que es el que realmente nos interesa como creyentes.

Ante todo quiero que sepais que todo creyente que ha recibido a cristo, y le sigue tiene la uncion del Santo Jesús.

1Jn 2:27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.

La Uncion que enseña, es el mismo Santo Espiritu derramado en el corazón del creyente, sin el cual no seriamos salvos. Esta uncion nos guia a toda verdad, nos enseña acerca de Jesús, y nos hace real su presencia.

Hay una unción que esta en los vasos escogidos para ministrarla a los creyentes. Esta es la uncion ministerial. 

2Ti 2:20 Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles.
2Ti 2:21 Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.

Esto instrumentos han de permanecer puros, limpios, para que ha traves de ellos fluya la vida de Dios hacia el pueblo. Han de poseer un espiritu sacrificado y de entrega. La uncion ministerial, nos capacita para realizar nuestro trabajo, ya sea enseñar, evangelizar, pastorear, o labores diarias de organizacion, de servicio, hay miles de actividades, pero todas ellas cuando se realizan bajo la uncion del Señor llevan en si mismas un fruto que permanece. Se puede enseñar tecnicamente, se puede hacer un estudio biblico, o una danza, o tocar un instrumento, pero si no esta la uncion de Dios, su presencia no se dejara sentir. Esto hace la diferencia entre un ministerio ungido y un ministerio natural o de la carne. Necesitamos la uncion de Dios hasta para servir la mesa.

ct 6:1 En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria.
Act 6:2 Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.
Act 6:3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.

La verdadera uncion es la que trae resultados al creyente.  El Espiritu Santo cuando viene y nos toca, desea que nuestras vidas sean trasformadas por su presencia. Necesitamos una de cambio, que nos transforme y nos haga evolucionar en Cristo. Muchos creyentes pasan años en las iglesias, sienten su presencia, viven rodeados de la uncion de Dios, pero sus vidas, no prosperan espiritualmente. La uncion de Dios ha de ser honrrada por el creyente, ha de ser amada, y tenemos que desearla fervientemente. Cuando esto no ocurre, nos hacemos tardos para oir y tardos para ser el instrumento que Dios desea. Sensibles, no para caernos al suelo, sensibles para quebrantar nuestro corazón, sensibles para el arrepentimiento, para perdonar, para obedecer a Dios.  ¡Señor Jesús, te necesitamos, toca nustras vidas, cambianos!  Amen.  Luis M.


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