busca nuestros libros en Amazon pastor Luis Miguel Quiros

jueves, 17 de julio de 2008

La dulzura del Espiritu Santo


 En mis ya largos años de creyente he podido observar como muchos abandonan su llamado en las filas del Señor, para codearse con este mundo, y la la postre acabar lejos de la presencia de Dios.
Quiero decirte, necesito decirte, que no se puede seguir, ni obedecer a un Dios del cual no estas enamorado. Jesús le reprocha a una de las siete iglesias en el libro de apocalipsis. 
Rev 2:2  Yo conozco tus obras,  y tu arduo trabajo y paciencia;  y que no puedes soportar a los malos,  y has probado a los que se dicen ser apóstoles,  y no lo son,  y los has hallado mentirosos;
Rev 2:3  y has sufrido,  y has tenido paciencia,  y has trabajado arduamente por amor de mi nombre,  y no has desmayado.
Rev 2:4  Pero tengo contra ti,  que has dejado tu primer amor.
Trabajo arduo sufrido, constancia, paciencia, son muchas virtudes a destacar, pero Jesús reprocha algo que considero es la mas importante, y quizás nubla todo el esfuerzo de esa iglesia: habían dejado su primer amor, Cuando nos convertimos a Cristo cuando su presencia se hizo real en nosotros, cuando, no había mucho conocimiento, ni mucho estudio, solo amor derramado en el corazón. Eran los momentos mas perfectos, como dos enamorados, cogidos de las manos, mirándose el uno al otro tiernamente. No hacen falta las palabras en el lenguaje de los que se aman, una sonrisa una mirada, un gesto es suficiente, Así Fue y así es como Jesús nos quiere enamorados, derretidos, apasionados. He vivido los momentos mas sublimes y hermosos en la presencia del Señor, he llorado de amor, de gozo. Puedo entender al rey David cuando escribe en el Salmo 42.
Psa 42:1  Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, 
 Así clama por ti,  oh Dios,  el alma mía.
Psa 42:2  Mi alma tiene sed de Dios,  del Dios vivo;
 Jesús quiere tener con nosotros una relación de intimidad, por eso es que el Padre busca adoradores, porque son ellos los que entran, y permanecen en el lugar santísimo, que es el corazón del maestro para hablar, compartir, y derramar, expresiones que solo los adoradores pueden ofrecer.
No permitas que tu trabajo, tus ocupaciones, tu ministerio, apague la labor mas importante que es estar cerca de El. Aparta tiempo para adorarle, para conversar, para compartir. 
El es nuestra razón de vivir.
Son 2:1  Yo soy la rosa de Sarón, 
 Y el lirio de los valles.
Son 2:2  Como el lirio entre los espinos, 
 Así es mi amiga entre las doncellas.
Son 2:3  Como el manzano entre los árboles silvestres, 
 Así es mi amado entre los jóvenes; 
 Bajo la sombra del deseado me senté, 
 Y su fruto fue dulce a mi paladar.
Son 2:4  Me llevó a la casa del banquete, 
 Y su bandera sobre mí fue amor.
Son 2:5  Sustentadme con pasas,  confortadme con manzanas; 
 Porque estoy enferma de amor.
Son 2:6  Su izquierda esté debajo de mi cabeza, 
 Y su derecha me abrace.

Te necesito Jesús, te necesito.  Luis M. 



1 comentario:

  1. Aqui a la derecha me pone que de una puntuación a esta web y me gusta porque pone excelente y como hablaba el pastor hace dos semanas las cosas de Dios son excelentes, y esta página lo es por eso mismo.
    Me ha encantado este ultimo comentario que habla del amor del alma hacia Dios.
    Gracias de nuevo Luis.

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