Dios utilizó la música para revolucionar mi vida. Primero sentí el poder de la música en mi salvación. En 1974, en un retiro al que asistí solo porque mi novia iba, un joven guitarrista tocó música que abrió mi corazón al evangelio. Poco después, asistí a un estudio bíblico hogareño donde aprendí lo que significa seguir a Jesús. Una de las mayores atracciones de ese grupo era la adoración de corazón y orientada a los jóvenes. Allí experimenté el poder de la música en la adoración.
Cuando alguien me permitió conocer grupos de música
cristiana a través de conciertos o cassettes, experimentaba el poder de la
música para transformar mi mente.
Todo lo que respira (Let Everything that has breath) de Petra,
reemplazó a Nací Salvaje (Born to be Wild) de Steppenwolf como pensamiento
dominante en mí, haciendo la vida cristiana mucho más fácil.
Treinta años de ministerio con los jóvenes y
adolescentes han reforzado cada vez más mi convicción sobre el potencial de la
música para transformar las vidas de los jóvenes. Los expertos en crecimiento
de iglesias están de acuerdo. George Verwer, fundador de Operación Movilización
y un líder importante actual en misiones mundiales, me dijo que "Dondequiera
que la iglesia está creciendo, se encuentra que la iglesia esta en la
vanguardia de la música."
Para Dios la música no es algo secundario. Por eso,
el rey David designó 4000 levitas para alabar a Dios con sus instrumentos (1
Crónicas 23:5) y 288 cantantes entrenados para alabar a Dios con sus voces (1
Crónicas 25:7). ¿El libro más extenso de la Biblia? Los Salmos, el himnario de
los antiguos judíos.
Si no tomamos nuestra música tan en serio como lo
hace Dios, podríamos encontrarnos en la periferia de Su trabajo. Sin embargo,
cuando tomamos la música con seriedad, debemos esperar oposición. Las fuerzas
del mal tratarán de desbaratar cualquier intento que hagamos para crear y
mantener un ministerio efectivo de
música.
Un ministerio efectivo de música, no es fácil.
Históricamente, muchos ministerios de música se han vuelto inefectivos a causa
de teologías de adoración mal orientadas, carencias de madurez espiritual,
falta de entendimiento de las variables culturales, y no fijándose en cambios
sutiles en música popular. He visto cómo pequeños cambios en el estilo de
adoración, transformaron a grupos de jóvenes apáticos, en ministerios
poderosos.