Devocional diario 8 de Abril. El camino facil

Cuando escogemos el camino fácil, hemos decidido no sufrir, Nos encerramos en nuestro  especial  mundo, lo hacemos a nuestra medida, y no dejamos que nada nos turbe ni nos mueva de nuestras convicciones. Decimos que vamos por fe, se hunden muchas cosas a nuestro alrededor, y pensamos que todo va bien, porque creemos que esta manera de pensar es la que solucionara el problema. La fe no es precisamente huir y encerrarse en si mismo y no hacer frente a las circunstancias. Cierto es que afrontar los problemas nos trae oposición, quebraderos de cabeza, y mucho desvelo, pero Dios nos ha llamado para ser vasos de provecho.
Jesús lo dejo bien claro, que seriamos rechazados, que habría oposición, que incluso nos dejo escrito que por su causa seriamos muertos. Las cargas pueden ser pesadas, pero normalmente cuando una carga es pesada se llama  a otros que nos ayuden con sus manos y todos juntos haciendo presión  hacemos que la carga se se desplace. El pensar o creer que yo solo puedo hacer las cosas, que los demás son inútiles,y que no hay nadie mas preparado, me convierte en un hombre orgulloso. Nadie me puede corregir, nadie me puede hacer ver que estoy equivocado.
Un solo Espíritu, es lo que necesitamos, y la verdad es que no puede haber otro en la iglesia de Dios, porque solo podemos ser uno en el Espíritu Santo. Fuera de la unidad del Espíritu hay disensión, sospechas,desconfianza, y todo esto trae mal ambiente a nuestro alrededor. Cierto que no podemos confiar en la carne. Pero aunque no nos guste, aun estamos  pisando suelo, y las personas necesitamos no solo la voz del oráculo, si no los brazos amorosos de Jesús a través de aquellos que dicen que nos aman.
Necesitamos tirar muros en vez de levantarlos, sacar vayas y dejar que fluya con libertad la gracia de Dios que es multiforme. Me case, para estar con mi esposa, para estar cerca de ella, tengo los amigos para conversar, para compartir, para abrazarlos.Me gusta tener a mis hijas cerca, y mirar su rostro, y es de lógica preocuparse por ellas, para un padre es lo normal. Lo que no seria normal, es tener siempre la esposa lejos, los amigos ausentes y los hijos ignorados. Dios nos ha llamado a un camino de sufrimiento, y de contacto no solo a través de la palabra, si no a través de nuestra vida.

Devocional diario 7 de Abril. ¿Que somos en Cristo?

La iglesia de Jesucristo es su cuerpo, repartida por todo el mundo en pequeñas y grandes menbresias. No hay ninguna iglesia que pueda decir yo soy mas cuerpo de Cristo que otra. La iglesia la componen Hombres y mujeres que le han entregado su vida a Jesús, personas que son conscientes de su necesidad,  unidas por la misma fe en Cristo. Cada menbresia tiene su propia visión, pero esta ha de estar guiada por su palabra, que es la máxima autoridad. Pertenecemos al Señor,el nos compro con su propia sangre y nos lavo de nuestros pecados y errores para ser suyos para siempre.
¿Quien pude decidir si somos o no suyos? Jesús dice mis ovejas conocen mi voz y me siguen. El maestro conoce el corazón de cada creyente, las intenciones de cada vida, y sabe llamar a cada uno por sus nombre.
El nos ha dejado su Santo Espíritu, al Consolador para tratar con cada uno de nosotros, nos habla a través de su palabra, personalmente en nuestro corazón, y a través del pastor que Dios a puesto a cargo del rebaño. El dará cuenta de cada creyente que le ha sido entregado. Pues la misión de un pastor es cuidar del rebaño de Dios. Tiene que vigilar de cerca a cada una de sus ovejas para que no se extravíen,  y mantener alejados a los lobos de la congregación.
Nuestra seguridad  y nuestra firmeza en Cristo es nuestro mayor tesoro, fue conquistado por nuestro Señor y Salvador en la cruz, venciendo y despojando a las potestades de todo lo que ahora nos pertenece por su entrega. Somos justificados delante de Padre, por que El pago el precio por nuestros pecados, somos Santos, porque hemos sido lavados en su sangre preciosa, no por nuestras obras de inmundicia, si no por su gracia. Perdonados, limpios, y rociados por la unción gloriosa de su paz, para ser llamados hijos de Dios.
Lo que somos, no es por el esfuerzo nuestro ni de ningún hombre, nuestra seguridad, no depende de lo que los demás nos digan, si no de lo que Dios ya nos ha dicho, nuestra fe esta fundamentada en su palabra que no tiene sombra de variación. Esto no es un visado para hacer lo que nos venga en gana, si no un compromiso de vivir en santidad y en agradecimiento por este grandisimo regalo.

Devocional diario. 6 de Abril. Los que buscamos a Jesús

Veo a Jesús en las escrituras llevando el mensaje del evangelio, a todos los rincones y ciudades de Israel, lo veo caminando por las calles, parándose allí donde había una necesidad. Se paro en medio de un entierro, y al ver a la madre del joven que acababa de morir tubo compasión de ella, y lo resucitó. Lo veo acercándose a un leproso, y como lo toca para sanarlo. Se interpuso con su gran amor, para salvar de ser apedreada a una mujer adultera, llevándola con sus palabras y misericordia al arrepentimiento. Jesús mandó también a los suyos a ser representativos del amor y la misericordia, a ser embajadores, de la fe.  Les dijo que no llevaran nada para el camino, que se acordaran de los pobres, que se acercaran a los enfermos y los sanaran, que no devolvieran mal por mal. Jesús, dejo escrito un evangelio de acercamiento de perdón, de restauración del hombre que estaba perdido en sus pecados, comió y bebió con aquellos que eran rechazados por la sociedad, se hizo amigo de los pecadores y publicanos.
¡Mi Dios, que alejados estamos de tu palabra, que lejos de tu voluntad!  Apena mirar a la llamada iglesia,  encerrada en sus templos, aprendiendo a no hacer nada, y postrados en la dureza del corazón. Hemos transformado la sencillez del evangelio en rituales repetitivos, hemos levantado jerarquías eclesiásticas y hombres que se creen merecedores de toda clase de honores, y miramos con altivez, a las almas como si fueran parte de un gran sistema comercial. Se nos esta olvidando, que Jesús vino a buscar y salvar lo que se había perdido, que su clamor estaba en la necesidad, en los pobres, en los necesitados. Hoy nuestro nuestro  trabajo consiste en hacer hombres y mujeres "espirituales" enseñándoles sin querer a mirar por encima del hombro a nuestro prójimo. ¡Mi Dios enséñame a llorar, a ser humilde, a ver la necesidad de tu pueblo, que no esta solo en los templos! ¡Tu templo esta en las calles, en los hogares, en el corazón de aquellos que están llenos de aflicción! ¡Quizás, con toda seguridad, tendremos que decir como aquel leproso! ¿Señor, si quieres puedes limpiarme?