Ser de Cristo

Si de algo tenemos que estar orgullosos y con toda la razón, es porque hemos sido llamados "hijos de Dios" Nuestra fuerza,nuestra esperanza,nuestra bendición, está en ser llamados por nuestro Padre celestial, sus hijos. Nadie te menosprecie,nadie te ridi
culice porqué somos la creación más alta, la obra de arte de Dios, su poema. Aprende a valorarse, a levantar tu cabeza y darle gloria al que todo lo dio por nosotros. Ser de Cristo, es ser heredero de toda riqueza celestial. Tú no eres un mísero cristiano, tu eres ¡un hijo de Dios

El poder de la palabra.

Dice la escritura que los cielos y la tierra, fueron hechos por el poder de la palabra de Dios.  No hay nada comparable al verbo de Dios, toda la escritura nos esta enseñando, verso a verso, a confiar y tener en gran estima sus promesas. El cielo y la tierra pasaran, mas su palabra no pasara. 

Dios le enseño a Josue, discípulo de Moisés  que no se apartara de su boca el libro de la ley, el tenia que hablar la palabra, tenia que confesar y expresar con sus labios, lo que había oído, referente a la palabra dada por Dios. Y el resultado de esta obediencia, era inmensa. Nadie le haría frente en todos los días de su vida, todo lo que pisare la planta de su pie se lo daría, tendría victoria en todo aquello que emprendiera. No se apartaría la presencia de Dios de su vida, y como estuvo con Moisés, dice que estaría con El.  

Si en el antiguo testamento, ya había una bendición inmensa por creer confesar y obedecer a su palabra, ¿Que no sera, lo que Dios tiene para nosotros en estos días  Necesitamos llenar nuestra boca con su palabra, porque ella es medicina, ella es nuestra fuerza, nuestra victoria. Nosotros no pertenecemos al mundo, Jesús dijo que hemos pasado de un régimen de  tinieblas, de esclavitud,de dictadura, a un reino de luz, donde hay victoria y buenas noticias.  La palabra de Dios es la que produce en nosotros toda buena obra, la que nos trae, los recursos que necesitamos, ella nos capacita, porque nosotros los creyentes tenemos la mente de Cristo. 

Aprendamos a confesar, vida y no muerte, victoria, y no derrota,fuerza y no debilidad,gozo y no tristeza...

El hombre y la  mujer, comerán del fruto de su boca, y el fruto, es el resultado de lo que hablamos, sea bueno o malo.

No somos del mundo

Jesus mismo nos dejo muy claro este asunto diciendonos que nosotros no pertenecemos a este regimen. Somos nue vas criaturas, con un pensamiento distinto, formados a la luz de una palabra divina y eterna que nos concede tremendos privilegios. Cuando logramos entender estas palabra, empezamos a vivir conforme al reino de Dios y no al de este mundo. Hay victoria, fuerza,prosperidad y sobre todo, mucho compromiso al que nos limpio nos acerco al reino de los cielos, vivamos pues para El.