Dios no hace acepción de personas, El obra en aquellos que le aman y le buscan. El mundo hace diferencias por posiciones políticas, por la cantidad de dinero que uno tenga. Las influencias y las recomendaciones obran fuera del reino de Cristo, pero dentro de sus muros reina la humildad, El nos dice que el que quiera ser grande...
Mat 20:26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,
El toma lo necio, lo que no es para avergonzar a los sabios.
No se puede encontrar ni conocer a Dios por medio del conocimiento humano. Jesús le dijo en cierta ocasión a Pedro: Si no te vuelves niño no entraras en el reino de los cielos.
¡Cuanta división nos encontramos en la actualidad, cada uno pretende tener la verdad y menosprecia a su prójimo. Pablo nos da una palabra cierta diciéndonos: Que el mismo que actuó en pedro actuó también en el. Dios se mueve y se agrada de aquel que le ama y le busca en humildad. Nadie puede tener el monopolio y la exclusividad en la verdad del evangelio. Jesús oró en Juan 17 diciendo:
Jun 17:22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
Sin embargo el egoísmo humano alcanza también a las congregaciones y denominaciones cristianas. Unos dicen una cosa, otras no lo aceptan, y esto cuando se extiende crea conflicto y division. La unidad no viene por la doctrina, viene por la persona de Cristo y por nuestra relación con El.