Devocional diario dia 28 de Marzo

La frialdad de nuestro corazón hay que controlarla, al igual que controlamos la fiebre de nuestro cuerpo físico. Esta empieza por cualquier circunstancia, y empieza hacer nido, de tal manera que día a día engrandecemos lo que parecía una pequeña diferencia, se convierte en un gran problema. Jesús dice que ha causa de la maldad, el corazón de muchos se alejara del amor de Dios. No podemos poner nuestro mirada en las cosas terrenales, porque estaremos siempre en conflicto continuo con Dios y su palabra, tengamos pues nuestra mirada y nuestro ser en el cielo y dejemos nuestras cargas al Señor porque el tendrá cuidado de nosotros. Necesitamos volvernos  a nuestro Dios en arrepentimiento y sacar todo  veneno de amargura.  Este es el mal que destruye a muchos creyentes. Y aunque nos cueste la vida, ¡Gozosos en las tribulaciones! porque ellas nos preparan para la victoria.

Devocional Diario. Miércoles 27 Marzo

La vida, no es ningún invento humano, la vida es un regalo de Dios, quizás hemos vivido mucho tiempo de espaldas a nuestro creador, quizás un día nos alejemos de sus caminos  y hoy nos da miedo de volver pensando que nada sera igual que antes. La vida que Dios nos ha dado, es para vivirla junto a El, y aunque le hayamos fallado, el amor de Dios es tan grande como su perdón hacia el corazón arrepentido. No dejes que tu mente te engañe, a deja que su mano salvadora vuelva  cogerte. Escápate como gacela del lazo del cazador y preséntate de nuevo a tu Rey, porque poderoso es el para hacer nueva todas las cosas.

Ser de Cristo

Si de algo tenemos que estar orgullosos y con toda la razón, es porque hemos sido llamados "hijos de Dios" Nuestra fuerza,nuestra esperanza,nuestra bendición, está en ser llamados por nuestro Padre celestial, sus hijos. Nadie te menosprecie,nadie te ridi
culice porqué somos la creación más alta, la obra de arte de Dios, su poema. Aprende a valorarse, a levantar tu cabeza y darle gloria al que todo lo dio por nosotros. Ser de Cristo, es ser heredero de toda riqueza celestial. Tú no eres un mísero cristiano, tu eres ¡un hijo de Dios