busca nuestros libros en Amazon pastor Luis Miguel Quiros

sábado, 15 de junio de 2013

Palabra viva. Galatas 2.17 ¿ministro de pecado?

Pero si buscando ser justificados en cristo,también nosotros somos hallados pecadores,  ¿Es por eso Cristo ministro de pecado? en ninguna manera.
La vida cristiana es una vida de santidad, pues para eso fuimos llamados: para ser santos.
Efe 1:4  según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de El. En amor 
Nuestro pecado, nuestra desobediencia, no le hace  sombra a la gloria y al poder de Dios. Dios es Santo, su naturaleza no puede ser alterada por nuestro pecado. al igual que la la luz del Sol no varia por el comportamiento del hombre, así Cristo en nosotros es fuerte para salvarnos, sanarnos y transformar nuestras vidas. Aunque el cuerpo de pecado estará en nosotros hasta el día del fin y el no puede sujetarse al Espíritu a causa de su naturaleza, la fe que hemos puesto en Cristo nos santifica y nos limpia de nuestros errores. Dios juzgara nuestras obras un día y nos dará la recompensa y el pago de lo que fue sembrado. Es por ello que tenemos que ser reales y vivir conforme a su palabra, perfeccionando nos día a día hasta llegar a ser a la estatura de un varón perfecto. Si Cristo vive en nosotros, su gloria y poder nos afectara para ser cambiados a su imagen. No desmayemos como dice su palabra, pues ninguna condenación hay para los que viven conforme al Espíritu.

sábado, 8 de junio de 2013

Déjame, que con mis manos yo lave tus pies. Musical Samaria

Una canción sencilla pero llena de contenido para los que han encontrado en Jesucristo el amor de su vida. "Déjame, que con mis manos yo lave tus pies, con mis cabellos quisiera secar, el perfume que fluye de ti..."

El Principio de una realidad, El milagro de un Dios poderoso

En estos días se han cumplido once años de unos de los grandes milagros de nuestra iglesia de Samaria. El trasplante de corazón de nuestro pastor Jose Garcia. Queremos seguir reconociendo el gran milagro de nuestro Dios con su Siervo,