Jesús dijo que por sus frutos conoceríamos a los creyentes. No se puede tomar nada bueno del creyente malo, ni dará malos frutos el creyente bueno. Jesús hablaba de arboles, pero nuestras vidas están relacionadas estrechamente con esta palabra.
Nosotros como creyentes, no daremos buenos frutos si no estamos injertados en el buen árbol que es Cristo, nadie puede por su propia cuenta dar cosas celestiales, que por cierto son las buenas, y reales, si no esta ligado, unido a Jesús.
El Espíritu Santo capacita, llama, educa y califica a sus amigos. Y esta es la base para una vida fructífera. Es El y solo El quien llama y trae crecimiento a las vidas, El apóstol Pablo decia:
1Co 3:6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.
1Co 3:7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.
1Co 3:8 Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.
Nadie puede ponerse medallas, si algo hacemos es por su gracia y su misericordia y por que Dios lo permite, cuando uno cumple con su deber, no recibe recompensa, es su obligacion.
LOs frutos del creyente, vienen siempre por comunion con Cristo a traves del Espiritu Santo. En el capitulo 15 del evangelio de San Juan leemos:
Joh 15:1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
Joh 15:2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
Joh 15:3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
Joh 15:4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Joh 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Es por medio de amistad y obediencia como viene a nuestra vida lo divino, la eternidad que nos provee de dones, las herramientas que nos ayudaran a ser eficaces.
Los pastores, los lideres, los obreros, estamos para indicar en camino, para poner a los pies de Cristo a los creyentes, para guiarlos, pero el crecimiento dependera de la obediencia personal, y de la entrega a su palabra, nadie crecera un palmo mas por estirarlo. Este es misterio, que produce hambre y sed en el creyente y que le impulsa a buscar mas de El.
El que Tiene de Dios, no tiene envidia del que prospera, si no que ora para que sea mas bendecido, y lo anima a que no desmaye. Los frutos del creyente, no son para si mismo, son para provecho de los demas, Dios nos de sabiduria, y nos ayude a depender de Cristo y a tener comunion por medio de su Santo Espiritu. Dios os bendiga. Luis M. apartamentos en menorca bed & breakfast barcelona email españa estetica peluqueria maquillaje estudio de grabacion fisioterapia neurologica floristeria impresion digital legalizacion de documentos menorca
