Sa 1:9 Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová,
1Sa 1:11 E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.
1Sa 1:12 Mientras ella oraba largamente delante de Jehová, Elí estaba observando la boca de ella.
1Sa 1:13 Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.
1Sa 1:14 Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuándo estarás ebria? Digiere tu vino.
1Sa 1:15 Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.
1Sa 1:16 No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.
1Sa 1:17 Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho.
1Sa 1:18 Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste.
La falta de oracion y de clamor en nuestra vida espiritual nos deja a ver una carencia de comunion, de relacion con Cristo.
Dios ha puesto espiritu dentro del hombre, y este espiritu cuando nace de nuevo y es vivificado por Dios necesita ser alimentado, y saciado de comunion con su creador. No tenemos excusa, aunque continuamente las presentamos en el altar de Dios. En vez de presentar arrepentimiento, de presentar cambios y convinción de pecado, presentamos razones de falta de tiempo, de agotamiento, de mucho trabajo, de ¡Dios tu ya me entiendes! y de esta manera pasan los dias, las semanas, los tiempos y vamos perdiendo el revestimiento de Dios.
ol 3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
Un corazon cercano a Dios, entiende a Dios, siente su caracter, puede apreciar y discernir los deseos y la voluntad de su creador. Aquellos que acuden a El con frecuencia en oración saben muy bien que solo en sus fuerzas y en su gracia, podremos alcanzar sus metas.
Porque quiero que sepas, que no son nuestros objetivos, sino sus objetivos, que no es nuestra voluntad, sino su volutad, que no son nuestros proyectos, si no sus proyectos. Y esto es lo que la gran mayoria de creyentes no entienden, que ahora en Cristo, hemos dejado de vivir para nosotros para empezar a vivir para El. En la medida que entendemos esto creceremos y nos acercaremos mas al Señor para ser usados por El.
Un corazon cercano a Dios estara quebrantado, roto, sera como una roca de la cual fluye aguas. Sera una fuente de aguas vivas para todos los sedientos, tendra palabras de lo alto. En sus ojos se vera la luz del cielo, y en su lagrimal habran surcos labrados por las exploxiones internas del corazón. Las cargas del cielo, no se pueden sostener en un espiritu tan devil como el nuestro, y al sentir su amor y su gloria estalla nuestro interior derramandose torrentes de lagrimas por nuestros ojos.
Un corazon cercano a Dios, no pone sus planes por delante y luego los del Creador, es imposible es una vida en deuda, es un siervo, es un hijo, es un amigo, es un discipulo, es un siervo. Es si pudiera explicarlo un ser que vive por el.
Mi pastor Pepe en la iglesia, dijo algo que trae luz sobre esto. la vida empieza cuando conocemos a Cristo, y sin el no hay vida, es apariencia y es muerte. Dice la palabra:
Joh 1:4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Solo hay fruto en su comunion, solo hay proyeccion de gloria juntamente con El, y necesitamos unirnos a su espiritu y esto no es de los hombres sino de Dios. Luis M. Quiros