Existen muy pocos médicos que conozcan el alma y que sepan traer la medicina correcta, y cuando hablo de médicos me refiero a los pastores,y consejeros que tratan con la grey. Ellos son los encargados de ministrar la vida de Dios, y muchas veces la palabra en vez de sanar trae mas dolor al interior y hace que las heridas que quizás ya estaban cerrándose, empiezen otra vez a supurar.
El libro de proverbios nos habla mucho de este tema y quiero extraer algunos versos que nos ayudaran a entender lo que escribo.
Pro 11:17 A su alma hace bien el hombre misericordioso;
Mas el cruel se atormenta a sí mismo. El alma necesita ser tratada con la sabiduría de Dios, no podemos condenarnos, ni golpear nuestro interior con los recuerdos del pasado, si Dios ha perdonado, nuestro deber es olvidar y creer lo que Dios nos dice. En el salmo 103 el rey David escribía:
Sal 103:2 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.
Sal 103:3 El es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;
Hay que recordarle a nuestra alma, todo lo que Dios ha hecho por nosotros.
Pro 16:24 Panal de miel son los dichos suaves;
Suavidad al alma y medicina para los huesos.
La palabra áspera, el grito, produce dolor en el interior, son como dardos que van penetrando e hiriendo el corazón. La manera como compartimos,expresamos,corregimos, influye poderosamente en el estado de aquellos que nos escuchan.
Pro 21:23 El que guarda su boca y su lengua,
Su alma guarda de angustias.
Nuestras palabras,nuestras murmuraciones,los juicios que desatamos hacia los demás, hacen que nuestra alma se llene de angustia y de opresión. Hablar lo recto trae sanidad y gozo, transforma nuestro ser, trayendo paz a nuestra vida.
Otro pasaje que trae luz sobre este tema nos dice:
Jue 16:16 Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia.
El tener una persona cerca de ti que continuamente te presione con palabras, acaba reduciendo tu alma a mortal angustia.
No es fácil traer la palabra de vida, pero lo que si es cierto que nuestra manera de expresarnos nos ayuda a salir de la crisis, o nos hunde mas y mas en la amargura. Dios nos de luz para que seamos bálsamo y medicina para los demás. Luismquiros